jueves, 21 de noviembre de 2013

Resumen


Sueños en bolsas de cristal que caen al suelo.
Una sonrisa atrapada en el tráfico de la ciudad,
un silencio hablando en una mirada tímida,
una canción que explica un sentimiento inexplicable.

Soledad y las luces de los carros,
soledad y gente intermitente;
Un contrato lleno de mentiras,
acuerdos que no se cumplen,
promesas demoradas.

Extrañar algo que tarda en volver.
Preguntas que no se hacen por vergüenza a dudar,
Esmalte destrozado en las uñas de  la ansiedad.
A veces hace falta el miedo.

Alguien muere por aquí,
otro nace por allá;
A uno lo encierran por ahí,
a otro lo liberan por acullá.

A ella la besan sólo un par de labios,
A mi besan tantos;
Aun así la cantidad no hacen más,
hacen menos,  se restan y van para atrás

Detrás de cada risa hay una venganza,
detrás de cada persona graciosa hay un salvador.
Ahí viene la vida a preguntar
algo que hasta ahora no puedo responder.
El interrogatorio no acaba y yo sigo ahí:
Amarrada a una silla, bajo la luz de una lámpara.

viernes, 18 de octubre de 2013

Hojas

Las hojas cansadas del frío en la mirada de la gente, cayeron, sintiendo el suelo, aceptando su incapacidad de sostenerse. Ya no había calor y desmayaban una por una, unas descansando, otras huyendo; al final todas morían, nadie sabe si ellas lo decidieron, o si alguien, o algo, o el mundo las obligó a que cayeran desesperadas, abandonando el árbol de la vida. 

Luego llegó el invierno, la nieve lloraba por ellas, los animales se escondían en sus refugios y dormían para olvidarlas. En primavera todos despertaron, y como todo, queda sólo el rastro invisible del recuerdo físico que permanece poco, pero quedan las palabras sabias y la cálida descendencia que ya no se sabe ni en quién empieza, ni en quién termina, pero está allí, como una huella más en el código de la especie. 


 ¡201 seguidores! Gracias por endulzar mi café.

martes, 10 de septiembre de 2013

Gramática retractaria.

Resortes blancos que impulsan el brillo que sale de tus ojos olvidados en el tiempo-espacio de la confusión, porque estás confundido, te retractas desde arriba y desde abajo, desde la mitad, desde atrás y desde adelante y de pronto no estás en ningún lado, estás solamente en el infinito retracta-miento maldito.  Vuelves todo posibilidad para no volver todo retracta-miento, entonces todas son posibilidades andantes que intentas no hacer posibles para evitar problemas demasiado comprometedores con otras manos, cortinas enredadas en los pies de la madrugada, el arrepentimiento galáctico atrapado en el sarro, escaparse en la mañana dejando otra posibilidad insoluble.
 
Buscas retracta-miento en la RAE y La palabra retractamiento no está registrada en el Diccionario, llega el existencialismo porque arrepentimiento no es la palabra que quieres usar, caer en la redundancia no es permitido, entonces mutas una palabra parecida a lo que sientes y escribes algo que es grave para la gente que cree que no se puede decir nada si no tiene sentido lo que escribes, pero puede tener mucho sentido si se le mira desde el punto de vista del retracta-miento cartesiano elevado a la 8.6 del planeta aparte, haciéndole un strike a la gramática prescriptiva para hacerle un home run a la gramática del corazón. 


sábado, 3 de agosto de 2013

Llora.

Llora todo lo que quieras, llora porque te hará falta, porque no volverás a verlo/a, porque te decepcionaron, porque se murió tu perro, se murió un amor, se murió una persona, porque extrañas, porque no logras ser lo que quieres, porque la vida es difícil, pero como dice la canción: "nadie dijo que fuera fácil". LLORA, siéntete orgulloso de que puedes llorar porque eso quiere decir que todavía sientes, que respiras, que tienes alma, llora porque después (créeme) te sentirás agradecido. Llora, llora mucho pero por favor jamás, jamás te estanques, sigue fluyendo como el viento que se contamina pero luego se purifica a si mismo viajando por los árboles, renaciendo en un nuevo ser vivo.






Llora, pero no te ahogues en ti mismo. 






lunes, 15 de julio de 2013

Las estrellas tejiendo caminos en silencio,
figuras esperando  ser vistas por alguna persona
que con paciencia,
a pesar de un mundo que no acepta pausas,

se detenga a observar.



viernes, 12 de julio de 2013

Atardecer y telarañas.

Para él es difícil cambiar cuando nada su alrededor cambia, no es fácil decidir ser mejor cuando todos deciden volverse peores. Está descalzo en la terraza, mirando el atardecer coloreando el cielo  rosa, el cielo tan rosado y el tan negro, tan idiota y noble.  ¿Por qué no es peormente ignorante? Todo parece mejor así, cuando uno no entiende nada. Se suena con fuerza para terminar de llorar, viene de nuevo la pregunta de que si el mundo tiene sentido, de que para que estamos vivos, me voy o me quedo, empaco y vuelvo a desempacar, continuar o descontinuarse, soñar o actuar, actuar y soñar, no, nada, nada, mejor nada.

A la gente le parece un hombre tan acompañado que ya nadie lo acompaña, a todos les importa lo que parece, no lo que es,   nadie sabe que hay un que es porque nadie sabe quién es, porque a todos se les olvidó quienes son porque ahora son sólo parecer y no ser.

El cafecito está muy lejos, está en el cuarto al lado de la ventana abierta, enfriándose, siendo olvidado, perdiendo su calor, con todo su azúcar cayendo y cayendo en el fondo de la taza, ahora es frío, sin dulce, sin frescura, parecido a él después de discutir sin éxito, desperdiciando palabras que deberían ser utilizadas con objetivos más parecidos al amor, pero ya todos piensan que todo es tan horrible que empiezan a creer que el amor no existe y que somos parecidos a los robots y no necesitamos nada de eso, ni de calor, ni de besos, entonces nos gritamos y nos odiamos y luego vamos a tener sexo pero ya no hacemos el amor, eso a la gente se le va olvidando.

El sol que se oculta tras las montañas alcanza a tocar su rostro antes de irse, como una caricia de despedida que dice hasta mañana, que tal vez cuando despiertes todo será mejor, o tal vez no sea mejor pero ojalá que mañana cuando despiertes, encuentres paz en ti, porque todo afuera siempre será una telaraña deforme parecida a algo feliz que luego se vuelve triste y se enreda, se enreda, se enreda, se enreda en tus pies, en tu cabeza, en tu boca, en tus ojos, en tu alma y luego los tres elefantes se columpian sobre la tela de una araña en la que tú te enredaste, y será siempre así, hasta que mueras, pero si logras siempre buscar ese lugar tranquilo, ese amigo en el que descargar tus palabras, ese abrazo de tu hermano, esa canción favorita, el croissant de queso que venden en la panadería de la esquina y escuchar Creep de Radiohead y darte cuenta que no eres el único que se enreda mientras los elefantes se columpian, si lo logras, puedes aguantar otro día y regalar una sonrisa a la mesera amargada que te sirvió el helado de Crepes casi que tirándote la copa. 



martes, 25 de junio de 2013

El punto medio.

Estás todo unido  al  el éter que mantiene juntos
al núcleo y los electrones,
tejiendo en su minúscula existencia,
los extraordinarios y pequeñísimos
destellos de tu sonrisa.

No sabes cómo me deleita
escuchar el sístole-diástole
de tu corazón,
que acelerado parece crear
un movimiento vibratorio armónico simple.

Entonces,
tu pulso es oscilatorio en ausencia de fricción,
producido por la acción de una fuerza opuesta.

¿Es esa fuerza nuestra risa en la mitad de la calle gris?
o es sólo que te has percatado
de que a veces  te observo de lejos,
esperando un punto medio equidistante 
entre nuestras miradas. 


viernes, 7 de junio de 2013

Me pregunto si alguien escucha los deseos que dejé en el viento, esos que viajan por encima de los árboles, suenan las ramas crujiendo, las voces de muchas personas cometiendo soliloquio.   A veces quiero quitarme la sonrisa y regalársela a alguien que si necesite cosas postizas, así esperaría por la mía, pacientemente, sin que los demás me presionen por tener una buena actitud hacia todo, hacia todos, cuando ellos en el fondo se sienten igual. El otro día me encontré contigo en el centro comercial, quise mostrarte el cielo púrpura de mis sueños pero hablaste demasiado y no escuchaste, me quedé con las manos moradas, impacientes, esperando, sin poder hablar ni abrir los dedos, así que fumé y te miré con ternura, comprendiendo que tú no necesitabas escuchar eso. Te pregunté sobre el viento, sobre las voces que descansan en él, esas voces llenas de órdenes, de odio, de amor que mueven los árboles, todas hablando y hablando ¡Y hablando! Pero tú no escuchas nada, nadie escucha nada y tengo que dejar de hablar porque no tiene sentido que yo intente mostrar algo a las personas que no ven.

Por eso, me siento dichosa cuando alguien se atreve a decir algo que tal vez otros nunca piensan, porque es allí cuando se encuentran los secretos similares, ocultos tras los pétalos azules del inconsciente, uniendo dos tardes distintas en una sola con un café caliente, una larga conversación, una comprensión casi transparente. 


domingo, 26 de mayo de 2013

Brisas de recuerdo.

Una página en blanco que espera ser rayada, ser rota, ser manchada con el pocillo de tinto. Siempre espera que hagan algo con ella porque quedarse en blanco es demasiado triste, es un matiz de la luz pero aquí no funciona la filosofía de la luz y la oscuridad porque la idea es verse usada, un poco más oscura, amarillenta, llena de historias que contar, porque sin mugre ¿Quién va a tener de que hablar?

Yo iba caminando hacia a ti, cuando me viste sonreíste y no me alcanzaron los puntos suspensivos para alargar la descripción de tu sonrisa, de cómo brillaba tu rostro y el abrazo que envolviste en mi mientras me preguntabas que película veríamos.  Hasta me acuerdo del olor de ese día, era un perfume amaderado que se mezclaba con las palabras que encajaban tan bien con mis oídos, con mi gusto, porque reíamos tanto que nos parecía increíble que se pudiera ser tan feliz.  Yo sabía que todo era demasiado hermoso, que en algún momento algo me iba a salir mal, que las personas como tú no se quedan al lado de nadie, ni de nada.  ¿Qué podía hacer? No sé si es mi tendencia a atraer a las personas caóticas,  a ser hechizada tan fácilmente por las miradas llenas de secretos.

Los  labios se marchitan cuando son falsos todos los besos, no sé si es que yo olvidé besar con el alma o si me he topado con cascarones vacíos, llenos de comerciales de T.V y cerveza barata.  Es que a veces uno tiene un montón de amigos y luego se da cuenta que no tiene ninguno, te acuestas a dormir con esa carcajada antigua atrapada en el pecho, como un gozo irrecuperable. Luego todos te dicen que no es bueno mirar hacia el pasado, pero si todo el presente parece desierto, uno tiene la tentación de girarse, de abrazar viejos momentos para recordarse que tal vez volverá a ser así de feliz, pero si miras hacia atrás te conviertes en piedra, un objeto sucio e inerte que no avanza, mantener, mantener los ojos al frente ¡Qué difícil!


Respira.

domingo, 28 de abril de 2013

Razones para sonreír.


Se  despertó y se preguntó si se había despertado o se había quedado dormida,  se sintió como el sueño de alguna mariposa que reposa en la corteza de cualquier árbol en un día soleado. Fue pequeña, muy pequeña, recuerda lo yuxtapuesto que se encontraba su ser  cuando leyó sobre la teoría de las cuerdas.  Se pierde en eso, en los pensamientos que parecen huevos revueltos cósmicos en su cabeza y se manifiestan con un par de ojos mirando fijamente la calle cuando se encuentra sumida en sus divagaciones en el bus de la mañana. Entonces vuelve un poco hacia la realidad cuando alguien le habla de sus problemas de pareja, la verdad son cosas que no le interesan demasiado y piensa que le gustaría charlar sobre los huevos revueltos con alguien, pero todos viven tan afuera que no quieren meterse adentro, se siente sola y cae en la literatura  engañosa de los misántropos; eso no le sirve para nada pero lo hace porque las letras se quedan sentadas tomándose un café junto a sus pensamientos absurdos, se siente bien por unos días pero luego habla con cierta  persona y siente esa soledad horrible de nuevo.

Un amigo le dijo que uno a veces está tan desesperado que llorar parece ilógico, le contaba que se reía con todas sus fuerzas, ella le preguntó de que se reía y él le dijo que se reía de la nada, de la nada interminable que siempre seguirá siendo aunque intentemos rellenarla con crema chantilly baja en calorías. “Reírse de la nada” , sonrió pensando en eso y se dio cuenta de que no estaba tan triste, sólo estaba en un estado de inconformidad prologanda hacia el infinito. Eso no era malo porque siempre podía buscar más y más y tal vez, algún día, llegar a encontrar algo grandioso. 

¿Por qué no sonreír? Una vez leí que todos los átomos que hoy componen nuestro cuerpo, se formaron en el interior de las estrellas.





sábado, 13 de abril de 2013

Molde.


A veces uno se pregunta si los latidos de su corazón se están gastando en el oficio correcto, ¿Cómo saberlo si ni siquiera sabes correctamente lo que quieres? Bueno, la gente te enseña lo que es correcto, entonces uno vive tranquilo por un tiempo, pero llega un punto en el que de pronto te preguntas cosas y empiezas a moldear esa idea por ti mismo, y ahí es cuando te jodes ,  la moldeas y la moldeas y terminas moldeándola tanto que ya no llegas a ninguna forma, te confundes, empiezas a buscar respuestas en cosas que no tienen nada que ver y se queda el molde por allá tirado en el ático de tu cabeza, sabes que es importante pero lo evitas y la arcilla se seca y esa idea distorsionada es cuasi-permanente  viviendo en el ático telarañado. No dejen  sus ideales por ahí, puede llegar a ser peligroso. 


lunes, 1 de abril de 2013

Hermosidad horripilante.



Rostros hambrientos de perfección inexistente,
mueren los cuerpos desangrados a la luz de los reflectores.
El rímel se derrama creando formas de árbol,
su sonrisa tiesa se incendia por la laca traidora.

Piernas temblorosas ya no pueden sostener la voluntad,
los modismos parecen ser manejados por hilos de nailon.
Titiritero,
 hijo del  consumismo desagraciado.

Cambiamos el hierro fuerte por delicada porcelana
¿Es acaso el hierro burdo y la porcelana bella?

Satanás la ha hecho apta para el mundo,
la ha hecho así,
con zapatos bellos que deforman sus pies,
fotos retocadas que desfiguran su alma,
detalles efímeros que  jamás amortiguarán la caída al abismo de la inseguridad.





lunes, 25 de febrero de 2013

La materia más difícil.


Llevaba ese saco blanco, miraba disimuladamente hacia los lados mientras pegaba su chicle bajo el pupitre.  Los tenis desamarrados amenazaban con hacerlo tropezar y moverle la realidad rectilínea, sonrisa distractora, adiós a los números del tablero, al hablar interminable del profesor y su calvicie. La chica que se sienta al frente es tan linda,  dice estupideces pero es linda, linda, linda, linda.

Esta mañana sus neuronas estaban tristes, entonces pensó en la tonta serotonina que hace de las suyas en los espacios sinápticos ¿Ella hace lo que le da la gana o él deja que lo haga? Pueden ser las dos cosas, o no, cuando no te controlas entonces hay pastillas, fluoxetinas mágicas que no te harán feliz pero si menos peor.  Tontas capsulas engañosas contenedoras de curas de cosas que en realidad todavía no entendemos; todo es culpa de la contaminación, de los edificios muertos encima del cemento muerto, encima de la tierra que estaba viva pero que ahora está muerta, pero la tierra puede ser zombie y volver a revivir de la muerte. ¿Neuronas tristes? ¿Neurotransmisores tristes? ¿Cerebro triste? ¿Chico triste? No se sabe cuál de los cuatro, nunca se sabe nada y eso llega a ser irritablemente grandioso.

Ay profe de aritmealgebralinealsociomología, se me hace más fácil entenderlo a usté que a la vida. 



jueves, 24 de enero de 2013

Multiversos.

Pensé que podía saber mucho con las palabras, pero le eché un vistazo a tus ojos, tan misteriosos, llenos de cerraduras, chapas sin llave, puertas que tal vez nadie nunca podrá abrir. Todos somos un infinito universo dentro de otro y otro y otro, terminamos siendo las hormigas en la existencia de un niño grande que nos observa con una lupa.  Ese niño piensa que hay alguien que lo ve a través de otra lupa como una hormiga y hormigas del tamaño de hormigas que tal vez piensan que ellas no son hormigas. Esa analogía de pronto se vuelve infinita porque siempre pensamos que hay algo más pequeño o más grande.



 Hormigotas.
Hormigas.
Hormiguitas.

sábado, 19 de enero de 2013

Mi amiga Sofy.


El arte de irse para adelante y de para atrás cuando sabes que le gustas a alguien. Sofy es torpe para responder a una señal de acercamiento,  yo diría más bien que lo convierte  todo en un alejamiento, por eso está tan sola, sola solita sola. Pienso que su pelo es demasiado peinado y que alguien que critica los corbatines no es conveniente para ella, pero Sofy insiste en que es guapo y yo insisto que no es suficiente, le digo que es tonta mientras enciendo un cigarrillo. El otro día me contó que fue con él a un bar cerca a su casa, pidieron dos póker, pusieron música que yo no escucho. Las luces azules de neon hacían ver muy brillante la espuma blanca de la cerveza, Sofy se fija en esos detalles aunque a veces suene estúpida mencionándolos a la gente, ese día le dijo a David que con esas luces la cerveza parecía una bebida radioactiva; él se quedó en silencio mirando a unos viejos que reían en la puerta, como queriendo irse. Sofy se puso muy triste.

Quiero acordarme de la primera vez que pensé que el mundo es una mierda, pero no lo recuerdo, el recuerdo más cercano que tengo es los ojos de mi papá posados en mí mientras me acariciaba la cabeza y me decía: Voy a volver, voy a volver, lo prometo. Sofy sabe que todavía recuerdo a mi papá, ella me habla de los chicos con los que sale y aunque a mí no me interese me siento mejor porque puedo pensar en otras cosas. Una vez le dije que no habláramos de chicos, le dije que habláramos de átomos, del bing bang, del origen del hombre, de la misantropía, de política; pero siempre que hablamos de eso llegamos a la conclusión de que todo está demasiado dañado para ser reparado ahora, hay esperanzas pero muy pocas porque los hilos con los que nos ha manejado la sociedad se han hecho fuertes, uno intenta escapar pero siempre se vuelve, una y otra vez. La salida es ayudar a los que más lo necesitan, leer un libro que te lleve a algún lado, un papelito, un humo feliz que te transporte al borde de la vialactea mientras ríes y ríes con tus amigos. Por eso a veces prefiero que no hablemos de eso, me deprime.

Sofy no cierres lo ojos, no te sientas sola porque yo estoy contigo, nunca dejes de ser tú porque yo me doy cuenta cuando aparentas, cuando aparentas te extraño mucho pero luego vuelves a hablarme y me siento completa porque sé que te quiero y que vas a estar conmigo al menos en este momento. Yo algún día conseguiré un chico pero déjame decirte que por ahora no me interesa, por ahora me basta con la grata sensación que tengo cuando el olor a chocolate caliente me levanta en las mañanas, eso que siento cuando veo a alguien tocar cualquier instrumento, quiero aferrarme a esos pensamientos, no quisiera que algún mentiroso me robara mi sonrisa y mi tiempo, por eso hay que mirar bien, elegir bien, equivocarse muchas veces. 


martes, 8 de enero de 2013

Reflexiones en polvo.


Huyi dejó su collar de perlas sobre la mesa de  noche, duerme tranquila a mi lado, yo miro el reflejo de la luz de la lámpara multiplicado en cada una de las perlas, estoy preocupado de que esas perlas no existan, de que Huyi no exista, de que yo en realidad nunca hubiese tenido las agallas de enamorarla para que dejara al idiota con el que salía cuando me conoció. ¿Y si nunca lo hice? Podría estar solo en cualquier apartamento de Nueva York tratando de ganarme la vida como artista porque en Colombia no pagan bien a  los artistas, acá sólo somos hippies que fuman marihuana antes de las 7 de la mañana y seguramente antes de dormir. No digo que sea mentira, sólo digo que eso piensa todo el mundo que somos, ni si quiera sé que digo, no soy artista, soy abogado, no vivo en Nueva York, vivo en Bogotá, no vivo solo, vivo con Huyi porque ella me amaba más que el idiota con el que salía; tengo el gran privilegio de estar contemplando su collarcito sobre la mesa, hace unas horas lo usó cuando salimos a tomar café al Oma de la esquina, estaba muy hermosa y tenía ese labial que tanto me gusta.

En el fondo soy artista, Huyi sabe eso, que siempre quise ganarme la vida pintando, pero me vendí, hice caso a mis padres, no a mi corazón. Pero si hubiese escogido el arte seguramente ella no estaría aquí, no sabría eso de mi porque lo de ganarme la vida pintando sería una realidad, no estoy seguro si muy buena o demasiado miserable, pero ya no sería una frustración. Si fuera artista seguramente tendría otras frustraciones, como pensar que hubiese sido mejor ser abogado porque pagan mejor y hay más trabajo. Eso no importa, vuelvo a las perlas y a Huyi al lado mío, un pequeño ronquido sale de su garganta, esos que parecen ronroneos, pienso que la quiero y me levanto de la cama. Estoy frente al espejo y hago muecas, empiezo a hablar, a mirarme a mi  mismo a los ojos, ensayo la forma en que miraría a alguien a quien le estoy diciendo algo realmente importante, alguna verdad tan transparente en cada fibra que es difícil de decir sin mirar de esa manera. Hablo, digo cosas al azar a una persona que no sé quién es y pienso que debería estudiar teatro. Al final me siento tonto y me río, mi reflejo es testigo y se ríe conmigo.

Vuelvo a la cama, la lámpara sigue encendida y Huyi duerme, yo me acuesto otra vez, me concentro en la luz cálida de la lámpara y el polvo que vuela a su alrededor.  Intento  acariciar las partículas flotantes de polvo con los dedos, pienso que ese polvo alguna vez fue parte de mi, parte de Huyi, parte de una almohada, de un peluche. Todo se desprende y muere en el aire, el acto de limpiar el polvo con un trapo mojado  es como limpiar pequeños cadáveres de partes de nosotros que ya cumplieron su ciclo. De pronto el polvo me parece algo importante y solitario a la vez. De alguna forma morimos cada día y alguna cosa vuelve a nacer en nosotros, así, todos los días, hasta que ese proceso se vuelve lento y entonces nos empezamos a llenar de prejucios, de arrugas, de muerte; al final nos convertimos en uno de esos cadáveres, nos convertimos en el polvo que descansa encima de los televisores, los escritorios, las bibliotecas, los estantes…

Pensar en eso me asusta un poco. Apago la lámpara, me acomodo en mi lecho y abrazo a Hugi. Hugi ronronea de nuevo, ya no me asusta tanto ser polvo. 



martes, 1 de enero de 2013

Isabel, estás perdida.


Estábamos esperando todos el año nuevo en la sala. Yo, unas horas antes, estaba frente a mi rostro reflejado en el espejo, pensando en cómo maquillarme para que no se me notara la tristeza. Antes de pensar en que polvorín colorido me iba a echar en los párpados, en qué corrector iba a usar para las ojeras, pensé en la verdadera razón de esa molesta melancolía que colgaba de los bordes  de mis labios bajándome la sonrisa, accesorio ínfimamente necesario para ese día.

Mis tíos, mis primos, mis abuelos, mis padres y  mis hermanos invaden cada rincón de la casa. El único lugar tranquilo es el baño, donde yo reflexiono sobre las cosas que había hecho en un año, es increíble como se comprime la información de un año  en tan sólo un día, en tan sólo un momento; había hecho muchas cosas, había conocido personas,  tal vez yo había cambiado, pero mi vida y el aparente rumbo de ella no. Los primeros rumbos que decidí tomar son difíciles de desviar; me estoy dando cuenta que el lugar a donde voy no me gusta demasiado. Las personas risueñas que están sentadas conmigo en la sala piensan que eso soy, que ese es mi rumbo. Pero en ese momento, cuando me miré en el espejo, con los ojos hinchados de tanto llorar, supe que terminaba como todos los años nuevos. Sin saber quién era yo. Sin saber en realidad que amaba. O lo que quería. Equivocada.

-¡Isabel!-

 La tía Melva me llama, yo sobresaltada me echo agua fría en la cara para disminuir el color rojo de mi mirada tonta ¡tonta! Bajo las escaleras y ella me espera con una natilla en un plato de icopor, naturalmente  ella no sabe que odio la natilla, o no lo recuerda; pero no saberlo y no recordarlo es lo mismo porque quiere decir que no le interesa. Yo le digo que no quiero y ella se me queda viendo.

-¿Estabas llorando?-

-No tía, me pegué en los ojos-

-¿Te pegaste en los ojos? Preguntó mientras soltaba una sonrisa sarcástica al final, extrañada.

-Sí, así como uno se pega en las rodillas (en el alma) o en los codos (autoestima), uno también puede pegarse en los ojos (felicidad)-

Ella me miró con compasión, me dio unas palmaditas en los hombros y me dijo: -Ya no llores niña, eres muy joven todavía-. Tenía razón, pero a veces ver personas de mi edad tan seguras de sí mismas me hacía sentir envidia, esa envidia color naranja fluorescente que hace que se pinten los sueños con la necesidad de darle más vueltas a la cuerda.

Es que la sociedad quiere que hagas todo rápido. Si tienes 25 y no te has casado te está cogiendo la tarde, si estás en once grado y todavía no sabes a que te vas dedicar toda tu vida te está cogiendo la tarde, si tienes 26 y sigues estudiando te está cogiendo la tarde,  si tienes 16 y aún eres virgen te está cogiendo la tarde, si tienes 32 y no has tenido hijos te está cogiendo la tarde. Eso me molesta profundamente y me hace querer mandar todo a la mierda, todo lo que hago, es que a veces pienso que todo en mí llega tarde.

Uno se empieza a preocupar demasiado por el tiempo estipulado popularmente, creo que el tiempo que debería preocuparme es el mío, el que yo decido, mi propósito ahora es dejar de preocuparme por el ritmo exterior y empezar a escuchar el número de latidos de mi corazón que ahora camina tranquilamente mientras todos gritan ¡Feliz 2013!

Debo agradecer que tengo una familia, (aunque ahora es incompleta) con la cual paso el año, que tengo amigos de verdad (Muy pocos). Sólo me falto yo, que es el vacío más grande; el que ahora cubro con una base de Max factor para el dolor, polvos Nailen número uno para la melancolía, lápiz negro marca Vogue para los malos pensamientos, labial color pétalo de rosa pálido para la sonrisa falsa.





 Algún día me encontraré y diré: “Isabel, te he estado buscando”.