Alguien tocó la
puerta y pensé que eras tú, pero no, la puerta no sonaba y seguía yo, delirando
sobre mi cama, retazos de recuerdos inútiles llenando de basura la existencia.
Había un lijero olor a canela, las tostadas estaban listas y la mantequilla se derretía
sobre ellas, tan suaves, dependientes del calor, todo se desvanece en mi boca y
desaparece para satisfacer una necesidad, no vuelve nunca más, se convierte en
un ciclo que no puedo presenciar porque todo es parte de un filtro donde se
queda “lo importante”. Pero esta vez no, porque nuestra especie es tan
anti-natural que guardamos lo que no necesitamos, lo sabemos, sabemos que
aquello no es necesario pero lo tenemos ahí porque de alguna forma nos da un
sentimiento pegajoso de compañía, invisible, tan ahí, tan déjenme solo.
La gente va a
seguir pasando y uno que otro se volverá a mirarte de nuevo, no sabes porqué
pero a veces lo hacen y lees los ojos, la risa, la cara de los transeúntes que
acaban de levantarse con resaca, unos con sueños, otros sin sueños, con traje,
sin traje, con tatuajes, sin tatuajes, pelo largo, pelo corto, ojos verdes,
ojos miel, ojos cafés, tus ojos y los míos mirándose desde el otro lado,
siempre tan cerca nuestras miradas pero tan lejos nuestros cuerpos.
Me ha encantado la última frase, lo de "tus ojos y los míos (...)", en general el último párrafo lo resaltaría enormemente. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn saludo :)
Bueno, quien tocó la puerta era yo, el cartero. Traía un certificado, un escrito de alguien del otro lado... Debió abrirme, señorita.
ResponderEliminarCoñas aparte, subyugante texto.
Abrazos, siempre
Hola Carolina!
ResponderEliminarTenia un tiempecito que no pasaba por aquí de lo cual me arrepiento mucho, como siempre tu forma de escribir me encanta. Dices las cosas con tanta naturalidad. Y a mi siempre me pasa que nuestras miradas están tan cerca y nuestros cuerpos tan lejos.
Saludos y muchos besos ♥
Somos muy antinaturales... tienes toda la razón. "Guardamos lo que no necesitamos porque nos da un sentimiento pegajoso de compañía, invisible"
ResponderEliminarA veces es más intensa una mirada cercana que un cuerpo.
Saludos.
Hola, este es un blog algo así como club donde escogeremos un libro para leerlo y luego comentarlo y eso si te quieres pasar a ver de que se trata aquí el link
ResponderEliminarhttp://semanallector.blogspot.com/
Y lo mas feo de sentir que tocan la puerta y que no haya nadie es que se siente como volver a ser rechazado, pero tal vez estamos esperando a que la persona equivocada sea quien toque. Tal vez son otros quienes deberían entrar, solo tenemos que levantarnos y permitírselo. Pasas? http://loquetrajoelgato.blogspot.com.ar/
ResponderEliminarme gusto mucho el ritmo, sobre todo el ultimo párrafo…te atrapa de verdad.
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