Él se ríe para afuera, casi nunca
para adentro. Las flores se marchitan allí, pero la cáscara está intacta, lo
suficiente para no espantar la luz que le da calor al frío de sus manos congeladas
por diciembre. Un peinado cansado después de dos horas de lluvia, el frío canta,
se siente como en un barco en medio del
mar que ruje y empuja con las olas su rumbo. ¿A dónde se fue? La gente le
pregunta por el timón pero él no ha podido alcanzarlo porque el barco parece
estar naufragando en un charco lleno de colillas de cigarrillo.
Esa canción le da escalofríos, le
hace erizar la piel, las escaleras
parecen seguir hasta el infinito cielo imaginario de su inconsciencia inyectada
con calidez que parecían nubes y compañía. Y te escogí en medio de todo, te
escogí pero soy malo escogiendo, soy como dedos índices desgastados apuntando a
deseos al azar, a lo que de vez en cuando le da luz a mi alma. Hablo en primera
persona y luego en tercera porque voy y vengo afuera y adentro de mí, me
visito y me desvisito porque a veces mi cuerpo es un sitio tenebroso para
habitar.
Y la RAE le dice que:
La palabra desvisito
no está registrada en el Diccionario. La que se muestra a continuación
tiene formas con una escritura cercana:
Desvestir.
Busco la velocidad en esta noche
barrida por las estrellas.
Desvisitarse es un poco abstracto para hacerlo y más si no existe la palabra , creo que devestirse da más amplitud y significado y en metáfora se puede aplicar a esas veces que tenemos que cambiar toda nuestra vida para comenzar de nuevo y volver a tomar el timón de esta para encauzar su rumbo.
ResponderEliminarEspero haberte comprendido en tu exprésion.
Un saludo.
Ay, Dios. Me encanta. Muchísimo.
ResponderEliminarQuisiera conocer a ese personaje. Realmente es interesante, con su risa hacia el exterior :)
Me quedo con Desvisito. ¿Cómo no puede existir? ¡Hagámosla existir!
Un besito.