Quiero encontrarme una sonrisa en
la seriedad que siempre irradias cuando se cruzan nuestras miradas sorprendidas
por esa coordinación casi simétrica en la que se nos ocurrió mirar hacia el
mismo lado insólito y casi taciturno en medio de nuestras pupilas. La vida se
vuelve un poco ecléctica cuando tienes que bailar de un lado a otro, buscando
ideas, pensamientos, filosofías idiotas que tal vez te dicen que el cielo no es
real y es simplemente el reflejo de algunos circuitos maravillosos dentro de tu
cerebro, hola cielo ¿Eres real? ¿Tú eres real? ¿En realidad nos estamos
mirando? Dime que sí porque se está muy bien contemplando tu rostro, una nube
púrpura flota sobre el silencio que invade nuestra imagen invertida de los
objetos que el ojo enfoca y la retina corresponde con la película sensible a la
luz; en algún lugar de todo eso tu esencia se esconde y hay como una
correspondencia mágica en lo que estamos haciendo, comiéndonos la palabras, el
cuerpo y el alma con sólo las miradas, ambas lo sabemos, nos reímos, no podemos
de la risa porque hay tanta fluidez y regulación en ese momento extraño que es
casi increíble, indescriptible, inteligible.
Tu texto me ha recordado a la 3ª parte de Los Juegos del Hambre. ¿Real o no?
ResponderEliminar(aún así tus letras son idescriptibles, de verdad)
*besos
rellenos de
felicidad*
me encanto tu relato!!! besos
ResponderEliminarEsa simetría lo convierte en un momento perfecto.
ResponderEliminarla metáfora (en realidad correspondencia de la estereoscopio de la visión) ocupada brevemente me pareció fascinante, el relato tiene personalidad, me hizo imaginarte sentada al costado de la ventana con el rostro oculto entre tus brazos y los codos sobre el pupitre, obviando la clase, mirando a ese alguien.
ResponderEliminarEncantadora.
un beso, preciosa.
me encanta, simplemente es hermoso del principo al final desde quiero encontrarme una sonrisa en la seriedad que siempre irradias a en ese momento extraño que es casi increible :)
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