“Uno no puede andar por ahí contando las cosas de la casa” Dice mamá mientras limpia el polvo de las porcelanas que descansan encima de la chimenea, horribles porcelanas, pobre mamá, yo ni hablo con la gente, no hay oportunidad para andar contando “cosas de la casa”. Ella solo sabe lo que todos deben saber, yo sólo me quedo mirándola mientras echa carreta sobre filosofías que supone son correctas.
Mi balón rojo rueda por la casa, por aquí y por allá, dejando caminos invisibles en la madera del suelo, la fuerza de mis manos empuja el balón haciéndolo bailar por los cuartos y la cocina, es algo tan simple que hace de la simplicidad una ciencia perfecta que desinfecta mi mundo infectado de complejidades complejas.
Mi balón rojo rueda por la casa, por aquí y por allá, dejando caminos invisibles en la madera del suelo, la fuerza de mis manos empuja el balón haciéndolo bailar por los cuartos y la cocina, es algo tan simple que hace de la simplicidad una ciencia perfecta que desinfecta mi mundo infectado de complejidades complejas.
Los avioncitos chiquitos, la vecina, la niña de los zapatitos rosados, yo divagando en mis universos y mi mamá interrumpiendo: Frank esto, Frank aquello, no ensucies la ropa, no rompas tus juguetes, cepíllate los dientes, pórtate bien, no veas tanta tele, haz tu tarea; Es como si tuviese una obsesión enfermiza de querer verme hacer algo siempre, como si el hacer fuese lo único que te hace una buena persona. Mamá no sabe todo lo que se hace y se crea dentro de mí, detrás de mis ojos, mi boca y mi nariz están pasando muchas cosas; tengo grandes sueños en los cielos, con los pilotos, con la niña de los zapatitos rosados, y mi progenitora siempre los arruina todos diciéndome: “Frank, solo eres un niño”
¿Cuál es el problema de los adultos? Tal vez quieren arruinarnos la diversión a los niños porque a ellos ya se les olvidó cómo divertirse. Yo creo que nosotros los niños ya tenemos suficientes preocupaciones con los monstruos que viven bajo la cama.
Me identifico con frank, mi madres es identica siemre queriendo que haga algo con lo que nunca se conforma, nunca es suficiente para los adultos.
ResponderEliminarSueño con tener un libro escrito por vos♥
Que miedo si un día todos los niños del mundo alzaran la voz para decir eso.
ResponderEliminarQue gran reflexión y qué difícil saber cuando se deja de ser niño y se le empieza a llamar niño a otro.
Besos
Que lindo, es tan real. Era hermoso cuando nuestro unico gran problema eran los monstruos de abajo de la cama. Genial tu entrada.
ResponderEliminartu texto me saco una sonrisa
ResponderEliminartu blog es increíble
saludos!
Hermosa entrada. Tan poética, pero tan reflexiva al mismo tiempo. Esa madre me hizo acordar a la mia, y ese Frank me hizo acordar a mi mismo... ¿No deberiamos a los ninos "dejarlos ser"? ¿Por qué "educarlos" para hacer siempre cosas que beneficien a los demás, nunca a ellos mismos?
ResponderEliminarSaludos! ;)