Ella abrió los ojos, se
encontraba tendida sobre su cama, miró hacia el techo, suspiró y con el cabello
revuelto levantó su cuerpo cansado. La mañana olía a jugo de naranja, a
monotonía, a lugares que querían ser recorridos pero que no se recorrían porque
no había dinero. Después de desayunar entró al baño y revolcó en los cajones del
gabinete buscando un removedor de esmalte, ya era hora de quitarse
la pintura de las uñas; llevaba semanas allí y ella no había tenido tiempo de
quitársela (O bueno, si había tenido tiempo, sólo que no se le daba la gana de hacerlo).
Una vez borrado el viejo color de uñas,
sacó otro esmalte color rojo carmesí, iba perfecto con el color de su aura.
Después de arreglarse y hacer
todas esas cosas que hace la gente normal antes de salir a la calle, salió de
su apartamento y se dirigió a “La Gran Pera”, un lugar donde vendían libros
nuevos y de segunda en rebaja. Ya se había leído todos esos viejos empolvados
que descansaban en la biblioteca de su casa, y no le gustaba salir mucho, prefería quemar letras con sus ojos para matar el aburrimiento. La librería
quedaba cerca, se fue caminando pensando por qué rayos un
lugar donde vendían libros se llamaba “La Gran Pera”, era un crimen ponerle
nombre de plaza de mercado a un templo de libros. Ella estaba segura de que el
dueño del lugar ni siquiera sabía quién era Julio Cortázar, alguien que se ha
leído al menos un libro de Julio Cortázar no le pondría “La Gran Pera”
a una tienda de libros.
Cuando llegó al lugar se encontró
con el vecino que le gustaba, llevaba ropa elegante, le pareció curioso, el
nunca llevaba ropa así. Ellos no se conocían bien, apenas se sabían sus nombres
y se saludaban cuando se veían por ahí en la mañana. Ella no quería que la
viera, llevaba un atuendo como de “Voy a ir a comprar la leche porque se me
acabó”,así que caminó rápidamente a la zona
de literatura Colombiana y se puso de
espaldas para que no la reconociera. Estaba echándole ojo a uno de Daniel Samper,
leyó unas primeras líneas de un libro que se llamaba “Esto no es vida”, era un
tipo gracioso, lograba atrapar con algunas de sus historias. Mientras ella leía
miraba hacia los lados para ver si estaba el tiburón asechando, escuchó unos
pasos que se dirigían hacia el pasillo donde ella estaba y era su radiante
vecino, ella intentó taparse la cara con el Daniel Samper, pero el libro era muy
chiquito y su nariz grande lo apartaba de su cara. Los pasos se escucharon más cerca, mierda,
había sido descubierta por el más sexy del edificio con una pinta de solterona
que no podía ser más evidente.
–Hola Andrea–
–Hola…– Saludó con la
cabeza agachada intentando hacer que el cabello largo y castaño le cubriera la
cara.
– ¿Qué estás leyendo? “Es-to no- es vi-da” – Dijo él con esfuerzo mientras se agachaba bajo
el libro para ver la portaba. Sus ojos castaños se detuvieron un momento en sus
manos y una amplia sonrisa se dibujó en su rostro.
–Es un buen libro– Dijo Andrea mientras pensaba: ¿Por qué
coño no puedo pintarme las uñas bien? Ahora mi vecino sabe que el esmalte de uñas
no es mi fuerte.
–No sabía que te gustaba leer–
–Creo que los libros dan mejores consejos que la gente–
Él la miró y hubo
un silencio incómodo por algunos segundos. Andrea pensaba que hubiese sido más
fácil sostener una conversación con Pluto si hubiera ido a la librería con una
mejor pinta. Luego pensó que Pluto era nombre de perro y se preguntó si él
era perro; Tal vez sus papás si eran perros, por eso no se les ocurrió otro
nombre.
Pluto había notado la
indiferencia de Andrea y pensó que ella no quería hablarle, entonces decidió
alejarse un poco haciendo como si buscara un libro. Andrea lo miró por encima
del libro de Daniel y sonrió inocentemente, luego caminó lejos de él y pensó
en la infancia de Pluto, debió a ver sido difícil con ese nombre. Menos mal era
lindo, si no lo fuera sería difícil ignorar que tiene el nombre de la mascota de
Mickey Mouse. Mi mamá me jodería mucho
si me caso con alguien que se llama Pluto.
Todo es perfecto en él, hasta su nombre me gusta.
me gusta todo!! y en especial la ultima frase, ya que es muy cierta, te sigo yo tambien si? un besito, espero que nos sigamos leyendo
ResponderEliminar“Voy a ir a comprar la leche porque se me acabó” me encanto esta frase, me hizo largar una carcajada porque me pasa siempre. Algunas veces estas historias me aburren y nunca llego a leerla, pero esta me atrapo mucho mas que algunas.
ResponderEliminarRE LINDA LA HISTORIA, RECIEN COMIENZA? Me dejaste con un poco de intriga, avisame si la vas a seguir ,me gusto :D
Nos seguimos leyendo genia, besitosss :)
Ay que bonitoo! escribís muy bien :) te sigo ♥
ResponderEliminarJajajaja Creo que a todas nos ha pasado eso, salir con look de "voy a ir a comprar la leche porque se me acabó" y encontrarnos al amor de nuestras vidas. Lo de las unañas, eso sí para q veas, no me ha pasado XD pero me ha encantado la descripción que haces de algo que tan pequeño como puede parecer, a nosotras nos resulta un completo desastre cuando se trata de verlo a "él". Me encantó también lo del nombre jaja sí, debió haber sido difícil llevarse la carga de que sus papás estuvieran de creativos con el nombre XD. En fin, me has guardado en tu bolsillo n_n Un abrazo, muah!
ResponderEliminar"sacó otro esmalte color rojo carmesí, iba perfecto con el color de su aura".
ResponderEliminarMe gustó esa frase.
Besos dulces.
qe lindo texto, me encanto, ojala sigas con la historia. gracias por pasarte por mi blog, besos♥
ResponderEliminarGracias por pasarte por mi casa...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu entrada... parece que le cabe una segunda parte..
Me ha gustado principalmente las reflexiones mentales de ella, a sabiendas que le gusta el chico, y que por casualidades de la vida... no iba todo lo estupenda que le hubiera gustado...
Suele pasar.. nunca se va guapa cuando tropiezas con la persona que te gusta.
besos mediterráneos.
Bonita entrada..
ResponderEliminarun abrazo!
Realmente me encantó, escribís hermoso. Es lindo sentirse Andre por un momento a pesar de las uñas.
ResponderEliminarTe sigo belleza (:
Muchos besos.
Me gustaría saber qué piensa Pluto de todo esto. ¿Continuará?
ResponderEliminarBesos