domingo, 25 de septiembre de 2011

La de las 7:30 am

El observaba desde su ventana como la chica de al frente pasaba por la acera con la mochila colgada, la miraba ir hacia el colegio. Ella tenía una sonrisa en la cara, parecía como si fuese a ir a un concierto o algo así. Su nombre era Ana, y desde que Diego se había  mudado a esa casa en ese barrio incierto siempre la vio pasar por el frente de su ventana  todos los días a la misma hora: A las 7:30 am. Antes las 7:30 am eran las horas de un día cansado y perezoso por la mañana, pero hoy, las 7:30 am son las horas de la vida, de los sueños, del perfume a rosas, del cabello rubio.

Ella ni siquiera sabía que había una persona que imaginaba mil cosas tras una ventana todos los días a la misma hora; Ella no sabía nada pero él ya había soñado mil veces con el rostro sereno de la chica que tenía al sol en el cabello.

Sabía su nombre porque alguna vez su madre la llamó desde la puerta de la casa cuando ella ya se encontraba lejos. Recuerda el sonido de la voz suave de su madre:

–¡Ana! –

Ana repitió el hacia sus adentros, eran 3 letras tan cortas que al derecho y al revés sonaban a lo mismo: Ana, anA. Era el nombre de las 7:30 de la mañana, el nombre de los suspiros y el nombre del misterio que tal vez jamás lograría resolverse.

Diego escribía sobre ella, rasgaba con pasión la guitarra; para el era mágico la forma en que una persona que ni conocía podía llenarle de tantos versos y melodías la cabeza. Era como si lo desconocido fuese lo más hermoso, como si lo intocable y misterioso fuese la fuente de las palabras y los días, de los sueños y las sonrisas; como si ella fuese el consuelo de lo ya conocido.

Después de mucho tiempo Ana seguía pasando por ahí, pero Diego ya no sabía que escribir, el presentía que ese día iba a llegar, que se le iba a acabar la inspiración de la musa desconocida. Tal vez lo que necesitaba era conocerle. Diego se aterró de tal idea y se empezó a hacer muchas preguntas: ¿Y si no es lo que yo pensaba? ¿Y si no le agrado? ¿Y si la verdadera ella ya no me da algo más que escribir?.

 Dejó a un lado las preguntas y el miedo, decidió que al día siguiente se despertaría temprano para alcanzarle en su trayectoria diaria, iba a ser difícil, pero estaba decidido. Esa noche casi no pudo dormir, se levantaba de la cama cada hora a leer lo que le había escrito a Ana en los cuadernos cuadriculados llenos de hojas rotas, tinta corrida y sentimientos extraños.

Ya era de mañana y la alarma lo despertó, 6:30 marcaba el reloj; con cansancio en los ojos y con una extraña sensación de hueco en el estómago se levantó para alistarse. Ya faltaba poco para que fuese la hora predilecta, apenas terminó su enorme desayuno se lavó los dientes, se lavó la cara, contempló su rostro en el espejo y se sonrió a si mismo de forma sarcástica.

Puso un pié afuera de la casa y sintió como si las placas tectónicas del piso se hubiesen movido al ver a la dueña del rostro de las siete y media. El siguió su camino hacia adelante caminando lentamente con la intención de que ella después le alcanzara, escuchaba los pasos detrás de el como si la misma virgen maría lo estuviese  persiguiendo, se volteó unos segundos para mirar donde iba caminando ella y una ráfaga de viento enorme le batió el cabello. Ella posó sus enormes ojos marrones sobre él y una ligera sonrisa entre dientes se dibujó en su rostro; ella estaba a tan solo un metro de distancia.

–Esa mirada me alcanza para 100 poemas más, me alcanza para 1000 canciones y para toda una vida de inspiración–

Metió ambas manos en los bolsillos de su chaqueta, sentía un enorme ardor en el pecho y lo último que pensó fue:

–No necesito conocerla para saber que los segundos, los cuadernos llenos de letras y las ilusiones tras una ventana duermen tras sus párpados–

–Ella es Ana y es como yo la invento –


9 comentarios:

  1. Ahhhhhhh!!!!!! lo amo amo amo (L) ya te dije escribir es mejor que cantar

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  2. Hola Carolina, muy bonito tu nombre, te llamas como mi madre, escribes muy bien tus narrativas,
    te sigo.
    que tengas una feliz semana.
    un abrazo.

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  3. Soy seguidora tuya, pero no me sales en mi lista de blogs que sigo y me gustaria tenerte para ir leyendo tus relatos que me han encantado. Que habré hecho mal?.Besitos.

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  4. Hola Carolina. Gracias por tu visita en mi blog. Tengo que decirte que has entendido perfectamente el sentido del texto. La amistad es confianza y por ella eres capaz de hacer todo lo que digo en el texto, aunque, claro, hay veces que te deslumbras, te quemas, el colchón no es blandito y las espinas enrojecen tus manos...fin de la confianza.

    Respecto a tu relato, es como si las musas en realidad pudieran convivir con los humanos dando lo mejor de sí. ¿Sabes que mi hija, la pequeña, se llama Ana?

    Un beso

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  5. ay pero que hermoso (L) ^^
    sabes que? me has dado envidia jeje yo tambien quiero un blog de incognito en el cual poder desahogarme ... asi que me cree uno ! si como lo oyes y eres una de las pocs a las que voy a invitar personalmente pasate si te apetece como lo acabo de hacer no hay nada practicamente pero poco a poco lo ire llenando de calamidades mias xD un besazo enorme cieloo ;)
    http://seriedecatastroficasdesdichas.blogspot.com/

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  6. Escribes muy bien. Un buen relato, sencillo pero original.
    Para empezar, no me gusta tu comentario. Yo no soy de esas que porque tenga muchos seguidores no comente y me convierta en una egocentrica,es mas, yo soy de esas que gastan parte de su tiempo libre blogguenado y pasando por los blogs de los demas, porque la gente se digna a leer mis entradas, yo puedo seguirles o cometnarles tambien.
    Yo, cuando era una principiante, no iba dejando comentarios tan bordes y secos. Yo hacia todo lo contrario a lo que haces (o me has echo). Yo leo entradas con detenimiento, opino, y sigo si em gustan. No como haces tu, dejar el link de tu blog y ya.
    Hace falta tener talento para escribir, pero no con eso se consigue todo. La simpatia tambien cuenta.

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  7. Un relato original diferente a tantas que he leído, te felicito por la historia, me dejaste con ganas de seguir leyendo sobre este muchacho!
    seguí así!
    Hermoso espacio!

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